Supongo que las mismas que
con cualquiera otra de las novelas que he publicado: el deseo de encontrar
lectores que disfruten leyendo mis páginas casi tanto como yo he disfrutado al
escribirlas. No es fácil; sobre todo, porque la aspiración de llegar
a un público cada vez un poquito más amplio está bastante reñida con cierta
timidez que me impide alardear de mis supuestas “cualidades” literarias.
No valgo para venderme y lo sé, así que tampoco me creo falsas expectativas.
2. Sabemos que has cambiado
de editorial para publicar, ¿es difícil encontrar editoriales que apuesten por
géneros menos trillados?
Más que el género en sí,
creo que lo difícil es encontrar editoriales que apuesten por novelas no
comerciales o por autores poco mediáticos. Las grandes, desde luego, no lo
suelen hacer, al menos esa es mi experiencia. No es la primera vez que me
rechazan por lo primero o por carecer de una abultada cuenta de seguidores.
Porque, en realidad, mis novelas, las que se han publicado, tienen una
vertiente histórica que sí está de moda, si quien firma tiene ya un nombre
consolidado. Como ese no es mi caso, la dificultad se multiplica hasta agotar.
Tanto es así que esta novela se ha publicado cuando ya había decidido
guardarla en un cajón, tras dos años de un rodar infructuoso. Debo decir,
de todos modos, que MaLuma apostó por ella desde el principio.
3. ¿Qué se va a encontrar el
lector en tu nueva novela? Háblanos de ella.
Va a encontrar dos hilos
temporales, en dos siglos cercanos, el XIX y el XX, y las vidas de dos mujeres
que no pueden evitar hallarse inmersas en las vicisitudes de la Historia.
Como en otras de mis novelas, el héroe, o las heroínas en este caso,
son seres anónimos a los que atropella su tiempo, pero en esta ocasión,
además, existe un vínculo estrecho en el devenir de los acontecimientos,
tanto históricos como personales. Encontrará, también, la evolución de las
protagonistas, sus titubeos, sus traspiés, sus errores hasta alcanzar una
madurez divergente y compleja.
4. ¿Por qué ese título?
El título surge a partir de
dos elementos muy diferentes. En primer lugar, el mar. Acabé de escribir la
novela en los meses duros del confinamiento y una de las cosas que más añoraba
era ese mar que suelo visitar los fines de semana o que no visito, pero sé que
tengo cerca, a mano, esperándome. De pronto estaba prohibido y yo lo añoraba
tanto que su rumor sobre los cantos de una playa lejana se convirtió en
una melodía recurrente que inundó no solo la prosa, sino la misma narración. En
segundo lugar, esa sensación de historias que se repiten, que nunca llegan a
abandonarse, que jamás se superan; la misma que llevó a Márquez a decir que
Aureliano "era incapaz de resistir sobre su alma el peso abrumador de
tanto pasado”. Yo sentí algo de eso, y de ahí el "interminable" del
título. La novela se nombra a partir de un vacío hondo y una tremenda
inquietud.
5. Tienes una marca y un estilo
muy definido, ¿te atreverías con otro género?
Bueno, hasta ahora lo que
publico siempre tiene esa marca que indicas. Sin embargo, tengo otras cuantas
novelas guardadas que son algo diferentes. Son de tono más intimista, sin marco
histórico. Son las que escribo tras una de estas otras que se publican. Como
una pausa, un descanso. Pero no parecen gustar a los editores, así que allá
siguen, en sus carpetas, a buen recaudo. De todos modos, sin duda hay géneros
en los que no me atrevería a adentrarme. No me veo escribiendo ciencia ficción,
por ejemplo, y eso que tuve mi etapa lectora de William Hope Hodgson, Bradbury,
Lovecraft, etc. No sé, quizá podría atreverme a adentrarme en otros géneros,
pero sería más como un reto personal y no sé si disfrutaría la escritura,
así que no creo que me compense.
6. ¿Cuánto pesa la
documentación en tus obras, y en concreto en esta?
Procuro documentarme bien,
por supuesto, pero al hablar de documentación no me refiero solo a datos, a
fechas o a nombres. En realidad, trato de empaparme a fondo del período sobre
el que escribo; para ello leo textos de la época, y no solo literarios, puedo
buscar sermones religiosos, discursos políticos, diarios, documentos
mercantiles, cualquier cosa que me ayude a captar el lenguaje, el tono con que
se hablaba. También estudio mapas y fotografías, o repaso la prensa, si la hay.
Creo que los datos son esenciales, pero más lo es que la novela no parezca un
libro de Historia, sino que esas referencias surjan al hilo de la narración,
para que el lector crea estar inmerso en ese siglo XIX y contemple las campañas
del Riff, o viaje en un velero del XVI camino de las Américas o contemple
la pérdida de Filipinas desde Manila. Ese es mi deseo; si lo logro o no solo
los lectores lo pueden decir. En esta novela sucede como en las anteriores,
pero además se abordan dos siglos muy complejos, así que el encaje ha sido
laborioso. Solo espero haberlo conseguido. Ya me lo diréis.
7. ¿Crees que falta apoyo
por parte de la comunidad bloguera, o de booktubers, para los escritores que
publican en editoriales menos conocidas o pequeñas?
En términos generales, creo que casi todos hablan de las mismas obras y se comprende. Cuando un famoso escritor publica algo nuevo, es lógico que se desee comentarlo, integrarse en ese grupo numeroso de lectores con los que se puede compartir opiniones y discutir escenas o técnicas. No hay que olvidar que las grandes editoriales realizan una buena campaña de marketing. Por el contrario, las editoriales menos importantes lo tienen difícil a muchos niveles. Por ejemplo, sus obras no se encuentran físicamente en las librerías, no pueden sufragar campañas agresivas, algunas grandes plataformas actúan de modo distinto con ellas... En fin, no compiten al mismo nivel, como puede comprenderse, y la comunidad bloguera, que busca seguidores, prefiere dedicarse a los textos que pueden resultar más atractivos para el mayor número posible de lectores. Es normal.
De todos modos, en lo que a mí respecta, la verdad es que estoy bastante al margen de todo ese mundo. Mea culpa; quizá sea demasiado discreta y por eso sean pocos los blogs que me reseñan o, simplemente, no suscito suficiente interés, que es bien posible.
Muy buena entrevista. Felicidades.
ResponderEliminarLa escritora humilde que enamora. Un placer haber leído la entrevista.
ResponderEliminarUn abrazo