Hoy os traigo a una autora que ocupa dos estantes en la biblioteca de las Britt, la reina del suspense: Mary Higgins Clark. Esto te interesa, Jessica, es una viejuna de tu época.
Jessica, seamos realistas, a ti la regla ni te conoce ya.
Manolo, documentación del año 1994.
¡No te pases, que no es top secret! Y sí, tú habías nacido ya, eres de la EGB.
La obra de la america Mary Higgins Clark es muy larga, con más de una veintena de adaptaciones cinematográficas. Pero vamos a tratar una en concreto, mi favorita: Acuérdate de mí.
En esta historia conoceremos a Menley, una madre que se siente culpable de la muerte accidental de su hijo de dos años. Traumita puro que desemboca en el mar turbulento de "problems conyugales" con el buenazo de Adam, el marido sufridor que todo lo aguanta y todo lo entiende: marido tipo muñeco de ficción. Y como todos sabemos, los que estamos casados en el señor o u en pareja pecadora, ante una crisis de pareja lo mejor es cambiarse de casa, si no puedes, te haces un viajecito y si tampoco puedes... Oye, el kiki de reconciliación y "aquí paz y mañana bronca". Y ahora no me vengáis con el cuento de que no tenéis para preservativos.
Escalofriante, apocalíptico y sorprendente lo que le sucede a esta pareja una vez instalados en una casona en Cape Cod, que no es lo mismo que la historia transcurriera en un apartamento en Salou... no es lo mismo, ya lo dijo Alejandro Sainz.
Mi época, como yo la denomino, Mary Higgins, trascurría lejos de casa (vais a pensar que yo era la típica esposa ausente, lo era, por trabajo, y no por otra cosa, y sufría mucho). Pasaba por un kiosco cada tarde de camino a mi alojamiento y fue cuando vi la colección que editó una editorial.
Recreación. Mayo de 1994. Día 12. 15:12PM. Kiosco "La guardia baja" (imagino que el nombre viene porque pilla al comprador con las defensas bajas y zásca, impulsivamente compra algo).
-Un paquete de chicles de hierbabuena.
-Ahora mismo, pelirroja. ¿Has visto la colección que ha salido de libros de suspense?
Miro el libro. Negro con grandes letras amarillas que me dice: cómprame que la noche es larga solitaria y eres fiel. Pico y lo compro.
-¿Te guardo el siguiente? Te lo digo porque si no te guardo la siguiente entrega te puedes quedar sin él y será una putada.
-No sé... ¿Y si no me gusta la tal Mary Higgins Clark?
-¡Te gustará y olvidarás las penas!
Yo debía tener cara de pena por aquella época. Le dije que no.
-¡Allá tú, pelirroja! Luego no vengas lloriqueando.
Pero me gustó y regresé al kiosco a por más entregas, esas que nunca reservaba y siempre estaban disponibles. Enseguida se lo comenté a mi churri, que como siempre, estaba "a punto de irse a dormir".
Recreación telefónica de Mordor a Lleida. Mayo de 1994. 21:58 PM.
-He descubierto a una tal Mary Higgins Clark.
-Vaya, ¿una asesina en serie?
-No, no hablo de mi trabajo, hablo de escritoras. Hay una colección en los kioscos de esta escritora de suspense y he comprado la primera entrega.
Ruido de fondo, murmullos, risitas...
-¿Estás sola?
-Claro, estaba a punto de salir a bajar la basura.
-Ya, seguro que sí.
-¿Vas a comprar la colección?
Ya me había cambiado el tema de la conversación así que, ni basura ni niño muerto, esta se iba de copichuelas con sus amigos del grupo de lectura.
-No, no la compraré toda, ni muerta.
Sin embargo, me hice toda la colección.
-Pelirroja mía, que pases una linda noche.
-Tú también con tus amigos del grupo de lectura. Dales saludos de mi parte.
-Se los daré.
¡Picó!
Aunque mi época Mary Higgins Clark acabó, porque hay momentos en los que necesitas otro tipo de lecturas, os recomiendo leer algo de esta autora.
Jessica, seamos realistas, a ti la regla ni te conoce ya.
Manolo, documentación del año 1994.
¡No te pases, que no es top secret! Y sí, tú habías nacido ya, eres de la EGB.
La obra de la america Mary Higgins Clark es muy larga, con más de una veintena de adaptaciones cinematográficas. Pero vamos a tratar una en concreto, mi favorita: Acuérdate de mí.
En esta historia conoceremos a Menley, una madre que se siente culpable de la muerte accidental de su hijo de dos años. Traumita puro que desemboca en el mar turbulento de "problems conyugales" con el buenazo de Adam, el marido sufridor que todo lo aguanta y todo lo entiende: marido tipo muñeco de ficción. Y como todos sabemos, los que estamos casados en el señor o u en pareja pecadora, ante una crisis de pareja lo mejor es cambiarse de casa, si no puedes, te haces un viajecito y si tampoco puedes... Oye, el kiki de reconciliación y "aquí paz y mañana bronca". Y ahora no me vengáis con el cuento de que no tenéis para preservativos.
Escalofriante, apocalíptico y sorprendente lo que le sucede a esta pareja una vez instalados en una casona en Cape Cod, que no es lo mismo que la historia transcurriera en un apartamento en Salou... no es lo mismo, ya lo dijo Alejandro Sainz.
Mi época, como yo la denomino, Mary Higgins, trascurría lejos de casa (vais a pensar que yo era la típica esposa ausente, lo era, por trabajo, y no por otra cosa, y sufría mucho). Pasaba por un kiosco cada tarde de camino a mi alojamiento y fue cuando vi la colección que editó una editorial.
Recreación. Mayo de 1994. Día 12. 15:12PM. Kiosco "La guardia baja" (imagino que el nombre viene porque pilla al comprador con las defensas bajas y zásca, impulsivamente compra algo).
-Un paquete de chicles de hierbabuena.
-Ahora mismo, pelirroja. ¿Has visto la colección que ha salido de libros de suspense?
Miro el libro. Negro con grandes letras amarillas que me dice: cómprame que la noche es larga solitaria y eres fiel. Pico y lo compro.
-¿Te guardo el siguiente? Te lo digo porque si no te guardo la siguiente entrega te puedes quedar sin él y será una putada.
-No sé... ¿Y si no me gusta la tal Mary Higgins Clark?
-¡Te gustará y olvidarás las penas!
Yo debía tener cara de pena por aquella época. Le dije que no.
-¡Allá tú, pelirroja! Luego no vengas lloriqueando.
Pero me gustó y regresé al kiosco a por más entregas, esas que nunca reservaba y siempre estaban disponibles. Enseguida se lo comenté a mi churri, que como siempre, estaba "a punto de irse a dormir".
Recreación telefónica de Mordor a Lleida. Mayo de 1994. 21:58 PM.
-He descubierto a una tal Mary Higgins Clark.
-Vaya, ¿una asesina en serie?
-No, no hablo de mi trabajo, hablo de escritoras. Hay una colección en los kioscos de esta escritora de suspense y he comprado la primera entrega.
Ruido de fondo, murmullos, risitas...
-¿Estás sola?
-Claro, estaba a punto de salir a bajar la basura.
-¿Vas a comprar la colección?
Ya me había cambiado el tema de la conversación así que, ni basura ni niño muerto, esta se iba de copichuelas con sus amigos del grupo de lectura.
-No, no la compraré toda, ni muerta.
Sin embargo, me hice toda la colección.
-Pelirroja mía, que pases una linda noche.
-Tú también con tus amigos del grupo de lectura. Dales saludos de mi parte.
-Se los daré.
¡Picó!
Aunque mi época Mary Higgins Clark acabó, porque hay momentos en los que necesitas otro tipo de lecturas, os recomiendo leer algo de esta autora.
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