Todos conocíamos a Susana, esa mujer positiva que habitaba en las redes sociales y cada día saludaba a sus seguidoras con pocas palabras y mucho corazón.
Cada día me la encontraba y ya era parte de mi vida, mi rutina tuitera:
Pero su último tuit fue como siempre: empatizador, conciliador y reconfortante.
Mi querida Susana, siento un nudo en el estómago tras la triste noticia de que te has ido. En las redes vamos a echar de menos tus corazones. Yo voy a echar de menos nuestras charlas, nuestra complicidad y nuestras mutuas palabras de ánimos.
Tú y yo no necesitábamos vernos: nos adivinábamos en la oscuridad virtual, porque tus ojos no eran físicos, sino espirituales.
Gracias por todo, Susana, mi Susanita.
Mucho dolor cuando nos deja alguien querido. Un abrazo enorme.
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