HACIA LA BELLEZA. David Foenkinos.

HACIA LA BELLEZA

DAVID FOENKINOS
SINOPSIS
Antoine Duris es profesor en la Academia de Bellas Artes de Lyon, pero, de un día para otro, decide dejarlo todo para convertirse en un guarda del Museo de Orsay; en concreto, de la sala que alberga el retrato de Jeanne Hebuterne, de Modigliani. Mathilde, su jefa en el museo, se encuentra tan perpleja como atraída por su extraña personalidad y el enigma de su vida. Algo terrible le ha sucedido, pero ¿qué? De momento, para sobrevivir, Antoine solo ha encontrado un remedio: dirigirse hacia la belleza.
DATOS TÉCNICOS
Año 2019.
Dividida en cuatro partes y un epílogo.
CRÍTICA PERSONAL
En esta lectura activa tenemos a un protagonista sensible y carismático: Antoine Duris. ¡Manolo, documentación, que voy a realizar una reseña positiva! ¡No pongas esa cara que eso no significa que me haya vuelto buena!

El narrador omnisciente va saltando de personaje en personaje y hace muy amena la narración. En el grupo de lectura UPSECMB hemos encontrado multitud de frases interesantes sobre las rupturas y el desamore: "Las rupturas existen mucho tiempo antes de la mañana en que decimos: esto se ha acabado". O chimpún y a tomar por el arcoíris, de mañana o de tarde, quizá con el primer cigarrito tras el kiki de ruptura, vete a saber... Que te dicen de pronto: "Maruja, que este es el último polvete", y tú contestas si es el último de la tarde o de la noche. Luego viene el mazazo: "Maruja, el de tu puñetera vida conmigo". Y te arrepientes de no haberte tirado un buen pedete haciendo el perrito en todo su careto y a traición.

Frases tipo: "Todos los artistas se representan. En la literatura, el autor está en todas partes, sin duda". Yo añado: agazapado tras un tuit, esperando a ponerte verde y bloquearte. De todo hay en la viña del Señor Tuister, amén.
Y como bien dice el autor en un asterisco a pie de página, hay novelas para leer entre líneas y leyendo y leyendo llegas al meollo de la cuestión. Hay referencias artísticas muy interesantes que están muy bien relacionadas con la vida de los personajes.
Y existe un misterio, un misterio que no ves venir, cual cegata, hasta la última parte de la novela.

Con unos giros espectaculares en la trama que conmueven a los lectores y caen en una espiral de emociones, como ese café amargo que te prepara tu pareja sin ganas y provoca que tu estómago parezca una lavadora centrifugando. Y entonces te acuerdas de Paco, el tipo que dejó tirada a Maruja una tarde lluviosa, fría, con ventisca, tronando, con música de fondo de Michael Bolton, desnuda tras el coito y oliendo a cuerno quemado (a veces todas las desgracias se juntan).

Sin embargo, la historia tiene otro protagonista: Camille, una estudiante brillante. Aparece en la última parte de la novela para dar luz a la historia del personaje principal: Antoine. El autor nos regala un mar de reflexiones, como la abstracción en el arte y la belleza.
¿Qué dice la jefa? Na, aún está perdida en un mar de reflexiones (cotorreando con una de sus múltiples hermanas). Así que mejor no la molestamos, que sus mosqueos los aguanto yo y vosotros tan ricamente en vuestras casas.

CONCLUSIONES: fantástica historia que toca el tema de las relaciones personales y la abstracción en el arte. Con pasajes artísticos y ternura que emociona al lector. Vamos, que te deja tierna unos días. ¡Manolo, abrázame, estoy llena de sensibilidad! ¡Y sin meterme mano, plis! Qué manazas tiene Manolo...

¿LA RECOMENDAMOS?
Está claro que nos ha gustado mucho esta novela que no supera las doscientas páginas. Sí, la recomendamos.