LEER TRANSVERSALMENTE
Es decir, leer no solo lo que nos interesa como lectores puros o lectores escritores sino todo aquello que esté a nuestro alcance, aporta dos ventajas:
-alienta la curiosidad.
-Enriquece el trabajo del escritor.
Si se eligen las lecturas solo por razones de estilo o del formato en el que se quiere prevalecer, se estará contribuyendo a la literatura de género en su vertiente más degradada.
¿Por qué los escritores de novela negra compadecen una y otra vez para defender que su género "no tiene nada que ver" al resto? ¿Cuál es ese resto?
El "resto" son aquellas obras que no encajan dentro de los criterios elegidos para calificar la novela negra, ese mundo en el que los autores inventan e imponen sus propias reglas y someten el estilo al género. Por supuesto, un autor que adore la novela negra haría bien en leer toda la obra de Dashiell Hammett, ya que es uno de sus fundadores, pero ¿por qué debería detenerse ahí? ¿Qué llevó a Hammett a decidirse por la novela negra como estilo? ¿Por qué razón social, política o económica los estadounidenses de la década de los veinte preferían acudir a un detective privado en vez de a la policía? Con un poco de curiosidad, el escritor o el lector se topará con libros de historia que hablen del crack del 29, con la desconfianza de los ciudadanos hacia las instituciones públicas, con la Ley Seca... No resultará fácil urdir algo mínimamente original o entretenido si todas las lecturas solo han sido novelas negras norteamericanas de los años sesenta.
Por lo tanto, en la condición de lector-escritor, hay que procurar que las lecturas no solo sean activas, sino también transversales.
Es decir, leer no solo lo que nos interesa como lectores puros o lectores escritores sino todo aquello que esté a nuestro alcance, aporta dos ventajas:
-alienta la curiosidad.
-Enriquece el trabajo del escritor.
Si se eligen las lecturas solo por razones de estilo o del formato en el que se quiere prevalecer, se estará contribuyendo a la literatura de género en su vertiente más degradada.
¿Por qué los escritores de novela negra compadecen una y otra vez para defender que su género "no tiene nada que ver" al resto? ¿Cuál es ese resto?
El "resto" son aquellas obras que no encajan dentro de los criterios elegidos para calificar la novela negra, ese mundo en el que los autores inventan e imponen sus propias reglas y someten el estilo al género. Por supuesto, un autor que adore la novela negra haría bien en leer toda la obra de Dashiell Hammett, ya que es uno de sus fundadores, pero ¿por qué debería detenerse ahí? ¿Qué llevó a Hammett a decidirse por la novela negra como estilo? ¿Por qué razón social, política o económica los estadounidenses de la década de los veinte preferían acudir a un detective privado en vez de a la policía? Con un poco de curiosidad, el escritor o el lector se topará con libros de historia que hablen del crack del 29, con la desconfianza de los ciudadanos hacia las instituciones públicas, con la Ley Seca... No resultará fácil urdir algo mínimamente original o entretenido si todas las lecturas solo han sido novelas negras norteamericanas de los años sesenta.
Por lo tanto, en la condición de lector-escritor, hay que procurar que las lecturas no solo sean activas, sino también transversales.
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